La Ermita Templaria de Torre de Juan Abad
UN REMANSO DE PAZ

La Ermita Templaria de La Torre es un lugar mágico, que nos transporta al pasado y nos transmite paz y serenidad. Una edificación de singular belleza situada a cuatro kilómetros del municipio en La Vega, un bonito paraje. Se puede ir en coche, ya que cuenta con un camino asfaltado y, para los amantes del senderismo, ir a conocer la Ermita es la escusa perfecta para caminar y descubrir su entorno.

La cúpula del santuario encamonada y decorada con molduras de yeso muestra la inscripción latina que recuerda y da fe de su edificación por la Orden del Temple: “A templariis constructum. Ian (iam) cupiditas destrucxit (destruxit) a. 1310. Florens vera pietas, restituit, reedificavit (reaedificavit) & auxit a. 1644”. Es decir: «Por los Templarios construido. Ya la codicia lo destruyó en el año de 1310. Floreciendo la verdadera piedad, lo restauró, reconstruyó y acrecentó en el año de 1644″.

No dejes de visitar la Ermita, recorrerla y sentarte en uno de sus rincones a escuchar el bello sonido del silencio..

Regentaron los caballeros templarios en lo que llamaban Provincia Occidental de Castilla esta pequeña casa-convento y encomienda. Era una combinación de centro religioso, agropecuario, de recaudación y reclutamiento. Además de capilla, debió constar el asentamiento templario de sala capitular, almacén, bodega, cuartel, granero y caballerizas. La disolución del Temple hizo que los templarios fueran desposeídos de todos sus bienes y las propiedades de la Orden cuando no fueron pasto de las llamas, lo fueron del saqueo y del pillaje. Lo que quedó pasó a las órdenes de Calatrava y de Santiago, más o menos análogas al Temple. Sobre la puerta principal de la ermita, figura en relieve la cruz espada de Santiago esculpida en una piedra ovalada, como cuño indiscutible de la presencia santiaguista. Este santuario, debió sufrir la misma suerte que el resto de los bienes pues, según hemos comprobado anteriormente, consta en el cornisamiento del arranque de la cúpula la fecha de 1310 como el año en que fue destruido.

No tardaría mucho en reconstruirse porque en el siglo siguiente y según consta en la descripción que en 1478 hacen los Visitadores Generales de la Orden de Santiago: “… Tiene el cuerpo de la dicha Yglesia quatro arcos con el de la capilla mayor, grandes e buenos, e la techumbre de tablasón de pino, y dentro en la capilla está otro arco, y está en la dicha capilla un altar con una ymagen de Nuestra Señora”.