Como dijo Quevedo… y es aquí donde me
hallo, pues andaba allá perdido

La casa que en su día fue de Don Francisco de Quevedo y Villegas es hoy un valioso centro cultural. Del caserón del siglo XVII, Pascual Madoz en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico (1850) dijo que era “la casa más notable del pueblo”, se conservan aproximadamente unos cien metros cuadrados y el resto, hasta los mil metros, se ha convertido en unas instalaciones modernas y funcionales. En la parte superior está el museo dedicado al escritor, donde se exhiben diferentes documentos, libros y objetos personales, como un tintero de cerámica y el sillón que utilizaba en esta casa, donde recibió a los personajes más influyentes de la política y la sociedad de la época.

Entre 1610 y 1645 vivió en esta casa durante más de siete años, siendo varias las razones que motivaron esta estancia. El origen de la vinculación con este pueblo se remonta a los veintidós pleitos que duraron toda la vida del escritor, mantenidos con el concejo por el cobro de la deuda contraída por su madre María de Santibáñez, quien el 24 de noviembre de 1598 entregó a la villa la cantidad de 3.084.500 maravedíes, a través del préstamo hipotecario llamado censo. 

Dos veces le señalaron a Quevedo por cárcel La Torre de Juan Abad, con orden de “no salir de ella en sus pies ni en ajenos sin licencia”, pero si nos atenemos a sus palabras, aquellos forzados destierros fueron aprovechados por el escritor como unos agradables y provechosos retiros: “Los jueces me han condenado a destierro de la Corte; yo a ellos a permanencia en la Corte y en la cortedad”. “Puedo estar apartado, mas no ausente; y en soledad, no solo”.

Pasó Francisco de Quevedo varios periodos de retiro voluntario en La Torre, fueron largos meses de estudio y composición literaria. De esta actividad solitaria del poeta, surgen veintisiete obras, algunas de las más intensas del Siglo de Oro. Redacta tratados políticos como Política de Dios, morales como Virtud militante, un sátira extensa: La hora de todos, completa el número de sus Sueños con el de la Muerte y el Mundo por de dentro, y escribe uno de sus mejores sonetos: Retirado en la paz de estos desiertos.

La planta baja alberga dos salas de arte dedicadas a exposiciones temporales de pintura, escultura y fotografía y un gran patio utilizado para representaciones teatrales y musicales al aire libre. El patio conserva el pozo original, con brocal de una sola pieza, sito en un rincón del mismo.

HORARIOS

PUEDES CONFIRMAR
LLAMANDO AL 926 383 807

VERANO

Miércoles a viernes
de 10:00 a 14:00 y de 17:30 a 18:30 H.
Sábados: de 11:00 a 14:00 H.
y de 18:00 a 20:00 H.

INVIERNO

Miércoles a viernes
de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 18:00 H.
Sábados: de 11:00 a 14:00 H.
y de 17:00 a 19:00 H.

DOMINGOS DE 11 A 14:00H
TODO EL AÑO
FESTIVOS CERRADO